Stories of Hope

Susana, donante viva

Susana es esposa, madre de un hijo, orgullosa dueña de dos perros adoptados y, hace poco, donante de riñón no dirigida.

El padre de Susana había sido diagnosticado con una enfermedad renal en etapa terminal en 2011 y comenzó a realizarse diálisis. Susana decidió que quería someterse a exámenes para ser su donante. Lamentablemente, la salud de su padre se deterioró aún más y el trasplante ya no era una opción viable. Él falleció en 2013. La experiencia motivó a Susana a informarse más acerca de la falta de órganos disponibles. “Me pregunté a mí misma qué podía hacer para hacer la diferencia”, manifiesta Susana. “Si estaba dispuesta a vivir con un riñón cuando quería donar a mi papá, ¿qué diferencia habría de vivir con un riñón ahora?”

Cuatro años más tarde, Susana tomó la decisión de donar un riñón y comenzó a trabajar con el centro de trasplantes local para tomar las medidas necesarias. En su cumpleaños número 44, Susana se sometió a la cirugía. Todo se produjo tal como se planeó. Susana ya deambulaba al otro día y volvió a trabajar a tiempo completo cuatro semanas después.

“La donación me ha enriquecido mi vida de una manera que es muy difícil de describir”, declara Susana. Invita a otros a que se inscriban para ser donantes de órganos y tejidos y para que también consideren ser donantes vivos. “No piensen solo en cómo podrían ayudar a alguien que espera un órgano sino también en sus familias”, señala Susana. “Un riñón no cambiará el mundo, pero cambiará el mundo de alguien”.