Lita siempre ha estado orgullosa de su herencia y ha pasado la mayor parte de su vida involucrada en la cultura nativa americana. Es cofundadora de uno de los mayores eventos celebrados en Nuevo México, el Gathering of Nations Pow Wow.
En 2008, sólo tres días antes del comienzo del 25º Encuentro Anual de las Naciones, Lita fue trasladada de urgencia a un hospital de Albuquerque. Allí le diagnosticaron cirrosis hepática, consecuencia de una transfusión de sangre que había recibido más de 30 años antes. Lita respondió bien al tratamiento, lo que ella cree que es un resultado directo de su programa de ejercicio diario y de su baile competitivo en muchos powwows.
Por desgracia, dos años más tarde le comunicaron que tenía cáncer de hígado. La única posibilidad de sobrevivir era un trasplante de hígado, y Lita se inscribió en la lista nacional de espera para trasplantes. Mientras esperaba, Lita decidió hacer pública su historia en su comunidad nativa americana. Además de educar a otros sobre la donación de órganos, ojos y tejidos, inspiró a varias personas a ofrecerse voluntarias para donar una parte de su hígado para ayudar a salvarle la vida.
Al cabo de unos meses, al comienzo del Encuentro de las Naciones 2010, Lita y su familia recibieron una llamada en la que se les informaba de que uno de los posibles donantes vivos era compatible. Ese mes de mayo recibió un trasplante de hígado que le salvó la vida gracias a un donante vivo, su amiga de toda la vida Beverly.
Con el trasplante, Lita ha podido seguir llenando su vida de buena música, powwows, bailes y el Encuentro de las Naciones. Anima a todo el mundo a que considere la posibilidad de hacerse donante. "Si no fuera por la generosidad de una gran y maravillosa persona que compartió su hígado conmigo, quizá hoy no estaría viva". afirma Lita. "Hacerse donante ayuda a mantener el círculo intacto y la celebración de la vida en marcha".
